A los 83 años el primer actor nacional Hernán Romero falleció y su hija Patricia Romero Figueroa confirmó la noticia.
«Queridos amigos, con mucha tristeza tengo que compartir con ustedes que mi magnífico padre nos ha dejado. Han sido días durísimos en los que ha luchado como el guerrero que siempre fue», dijo la hija del primer actor.
Aún no se conoce los detalles de las exequias «en cuanto tenga los detalles para que podamos despedirlo juntos, lo comunico», señaló escuetamente.
Fue parte del elenco de emblemáticas telenovelas, películas y montajes teatrales que lo consolidaron como uno de los actores más importantes del país.
Entre sus participaciones más destacadas se encuentran sus roles en películas como La ciudad y los perros, La boca del lobo y Mariposa negra, así como su presencia constante en la televisión peruana durante décadas. Su versatilidad interpretativa y carisma lo convirtieron en un referente del arte dramático.
Tuvo una gran actividad actoral resumida en diversas obras de teatro, cine y televisión, y por ello Romero siempre se mantenía vigente.
Con décadas en el arte, Romero siempre se mostró muy contento de todo lo que había logrado en la escena y así lo señaló años atrás «de todo lo que ha pasado en mi vida, muy satisfecho de todo lo que he hecho, feliz de tener la edad que tengo y espero continuar dando la lata por mucho tiempo».
Con una dilatada experiencia actoral, Romero siempre señalaba que «trabajar me mantiene vital y yo seguiré dándole hasta que se apague la luz».
Poseedor de una gran sabiduría, Romero señalaba siempre en sus entrevistas que en el campo artístico «no hay papel chico». Además, le gustaba trabajar siempre con la nueva hornada; porque ello aseguraba revitalizaba su perspectiva profesional y además tenía gran conexión con las nuevas generaciones.