Hubo un minuto de silencio a las 8:15 a.m., hora local, para recordar a los miles de fallecidos el 6 de agosto de 1945.
Japón guardó un minuto de silencio para conmemorar el 80 aniversario del lanzamiento de la bomba atómica en Hiroshima, un recordatorio del horror que provocó en un contexto de tensiones entre las potencias nucleares.
El minuto de silencio se realizó a las 8:15 a.m. hora local, el momento exacto en que el avión estadounidense Enola Gay dejó caer la bomba «Little Boy» sobre la ciudad el 6 de agosto de 1945. La explosión y la posterior radiación provocaron la muerte de alrededor de 140,000 personas.
Tres días después, una segunda bomba mató a 74,000 personas en Nagasaki, lo que llevó a la rendición de Japón el 15 de agosto y puso fin a la Segunda Guerra Mundial.
Actualmente, Hiroshima es una metrópolis de 1.2 millones de habitantes, pero las ruinas de un edificio se mantienen en el centro de la ciudad como un impactante recordatorio.
Un llamado a eliminar las armas nucleares
En la ceremonia de este miércoles participaron representantes de unos 120 países y regiones, incluyendo delegados de Taiwán y Palestina por primera vez. Estados Unidos, que nunca se ha disculpado formalmente, estuvo representado por su embajador. No hubo enviados de Rusia y China.
Toshiyuki Mimaki, copresidente de Nihon Hidankyo, un grupo de supervivientes de la bomba y ganador del Premio Nobel de la Paz 2024, destacó la importancia de la reunión. «Es importante que muchas personas se reúnan en esta ciudad afectada por la bomba atómica, porque las guerras continúan» en todo el mundo.
Hidankyo exhorta a los países a actuar para eliminar las armas nucleares, citando los testimonios de los «hibakusha», como se conoce a los supervivientes de los bombardeos.
Un contexto de tensión global
A pesar de que el bombardeo de Hiroshima y Nagasaki es el único uso de armas atómicas en tiempos de guerra, el Boletín de los Científicos Atómicos, que gestiona el «Reloj del Apocalipsis», movió las manecillas a 89 segundos para la medianoche en enero, el punto más cercano a la catástrofe en sus 78 años de historia. Esto se debe, en gran medida, a la tensión entre potencias como Rusia y Estados Unidos, que poseen cerca del 90% de las 12,000 ojivas nucleares del mundo.
El Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI) alertó en junio sobre una nueva «carrera de armas nucleares» en el mundo. La situación se ha visto agravada por recientes declaraciones del presidente estadounidense, que ha ordenado el desplazamiento de submarinos nucleares tras una disputa con el expresidente ruso.
El alcalde de Hiroshima, Kazumi Matsui, invitó al presidente de Estados Unidos a visitar la ciudad. El alcalde expresó su preocupación por el aparente desconocimiento del mandatario sobre «la realidad de los bombardeos atómicos, que, si se utilizan, cuestan la vida a muchos ciudadanos inocentes (…) y amenazan la supervivencia de la humanidad».