El Gobierno de Brasil ha impugnado formalmente los aranceles impuestos por Estados Unidos ante la Organización Mundial del Comercio (OMC). La solicitud de consultas, presentada este miércoles, argumenta que las medidas arancelarias de EE.UU. violan los compromisos asumidos en el marco de la organización.
Según Brasil, los aranceles infringen el principio de nación más favorecida, que exige un trato arancelario equitativo para todos los miembros, y superan los topes arancelarios previamente acordados.
Las medidas cuestionadas por Brasil fueron establecidas por dos órdenes ejecutivas. La primera, del 2 de abril, busca corregir los déficits comerciales persistentes de EE.UU. La segunda, del 30 de julio, impone aranceles de hasta el 50% sobre una amplia gama de productos brasileños, argumentando que representan una «amenaza» para el país.
Estas acciones se basan en la legislación estadounidense, incluyendo la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA) y la Sección 301 de la Ley de Comercio de 1974.
El proceso de resolución y sus consecuencias
Las consultas bilaterales son el primer paso del sistema de solución de diferencias de la OMC. Si no se llega a un acuerdo, Brasil podría solicitar la creación de un grupo especial para evaluar la legalidad de los aranceles.
Las medidas de EE.UU. afectan a diversos sectores de la economía brasileña, uno de los principales socios comerciales de América Latina. En 2024, el comercio bilateral superó miles de millones de dólares, con Brasil exportando principalmente acero, café y productos agrícolas. La imposición de aranceles de hasta el 50% podría incrementar significativamente los costos de exportación, impactando el flujo comercial entre ambos países.