La cámara alta aprueba el acuerdo provisional y evita el cierre del Gobierno con 60 votos a favor.
El Senado de Estados Unidos aprobó este lunes un acuerdo provisional de financiamiento que busca poner fin al cierre más largo de la historia del Gobierno federal, que se extendió por 41 días.
La medida fue impulsada principalmente por republicanos y contó con el respaldo de ocho demócratas, lo que permitió su avance con una votación de 60 a favor y 40 en contra. El proyecto ahora pasa a la Cámara de Representantes, donde se espera su debate a partir del miércoles.
Luego de una jornada de ocho votaciones, el Senado dio paso al acuerdo de financiamiento provisional con el respaldo necesario. Ocho senadores demócratas, incluidos Catherine Cortez Masto, Jacky Rosen, John Fetterman, Maggie Hassan, Jeanne Shaheen, Tim Kaine, Dick Durbin, además del independiente Angus King, se desmarcaron de su bloque para apoyar la medida.
Esta división generó críticas dentro del Partido Demócrata. El senador de Arizona, Rubén Gallego, calificó la decisión como «frustrante», argumentando que los más perjudicados serán «24 millones de estadounidenses que potencialmente verán aumentar sus primas». Esta preocupación surge debido a que el acuerdo aprobado no garantiza la extensión de los subsidios a programas de salud como el Obamacare, los cuales vencen a finales de año.
Celebración republicana y expectativas en la cámara
Los republicanos celebraron la aprobación del acuerdo. El senador conservador Lindsey Graham expresó que, dado que el presidente está a favor, el pacto tiene altas probabilidades de ser aprobado en la Cámara de Representantes, considerándolo «un buen acuerdo para el país».
La atención se centra ahora en la Cámara de Representantes y en su presidente, el republicano Mike Johnson, quien convocó a los miembros a regresar a Washington antes del miércoles para debatir el proyecto.
El compromiso bipartidista aprobado en el Senado combina tres medidas de financiación anual para agencias específicas con un proyecto de ley provisional que mantendría operativas al resto de las dependencias federales hasta el 30 de enero.
Una de las disposiciones clave del acuerdo es la reversión de más de 4,000 despidos que la Administración Trump había intentado ejecutar al inicio del cierre. Además, prohíbe nuevos recortes de personal hasta finales de enero, ofreciendo un respiro a la fuerza laboral federal.
Sin embargo, el texto no incluye la extensión de los subsidios de la Ley de Cuidado de Salud Asequible (Obamacare), cuyo vencimiento podría elevar los costos médicos para millones de estadounidenses. Los demócratas presionaron sin éxito para incluir esta medida, pero los republicanos se negaron a debatir la política sanitaria antes de la reapertura del Gobierno.
El latente impacto del cierre histórico
A pesar de la votación, el cierre de Gobierno seguirá vigente al menos 48 horas más. Hasta el momento, las consecuencias han sido severas: miles de cancelaciones de vuelos, 1.3 millones de trabajadores federales afectados y la interrupción de pagos del Programa de Asistencia Alimentaria Suplementaria (SNAP), que beneficia a 42 millones de estadounidenses.
