Por Sofía Saturno- Nota Especial
Cada 7 de diciembre se conmemora el Día del Orgullo Barroco, instaurado en honor al nacimiento de Gian Lorenzo Bernini. La jornada busca difundir la exuberancia y el legado cultural de este estilo que marcó el siglo XVII y sigue vivo en el patrimonio mundial.
El Día del Orgullo Barroco se celebra cada 7 de diciembre desde 2017, fecha elegida por coincidir con el aniversario del nacimiento de Gian Lorenzo Bernini, considerado el gran maestro del barroco italiano.
La iniciativa nació en redes sociales, cuando un grupo de cuentas dedicadas al arte decidió inundar plataformas como Twitter, Instagram y Facebook con imágenes, textos y referencias al barroco, bajo el hashtag #OrgulloBarroco
Desde entonces, la jornada ha trascendido el ámbito digital y se ha convertido en un espacio de reflexión y celebración sobre la importancia del barroco en la historia del arte y la cultura.
El barroco, surgido en Europa en el siglo XVII, se caracteriza por su exuberancia, dramatismo y riqueza ornamental, elementos que buscaban transmitir emociones intensas y acercar el arte al pueblo.
En arquitectura, el barroco se distingue por el uso de columnas salomónicas, cúpulas monumentales y fachadas recargadas, como se aprecia en obras emblemáticas de Roma, Sevilla y Lima.
En escultura, Bernini revolucionó el arte con piezas como el Éxtasis de Santa Teresa, donde el movimiento y la espiritualidad se funden en mármol, convirtiéndose en íconos de la estética barroca.
La pintura barroca, representada por artistas como Caravaggio, Rubens y Velázquez, se caracteriza por el uso del claroscuro, la teatralidad y la representación realista de escenas religiosas y cotidianas.
En el Perú, el barroco dejó una huella profunda en la arquitectura virreinal. Iglesias como la Compañía de Jesús en Cusco o la Catedral de Lima son ejemplos de cómo este estilo se adaptó a la realidad americana, integrando elementos indígenas y locales.
El barroco peruano también se refleja en la música sacra y popular, con composiciones que mezclan tradiciones europeas y andinas, creando un patrimonio sonoro único.
La literatura barroca, con autores como Sor Juana Inés de la Cruz en México, muestra la riqueza intelectual y la complejidad estilística del periodo, que influyó en toda Hispanoamérica.
El Día del Orgullo Barroco busca reivindicar este legado, recordando que el barroco no es solo un estilo artístico, sino también una forma de entender el mundo, marcada por la intensidad, la espiritualidad y la búsqueda de lo sublime.
Museos, universidades y colectivos culturales se suman cada año a la celebración, organizando exposiciones, charlas y actividades que ponen en valor el patrimonio barroco y su vigencia en la actualidad.
En tiempos modernos, el barroco inspira a diseñadores, arquitectos y artistas contemporáneos, demostrando que su estética sigue siendo fuente de creatividad y reflexión.
El Día del Orgullo Barroco, celebrado cada 7 de diciembre, es más que una efeméride: es un recordatorio de la fuerza de un estilo que transformó el arte y la cultura mundial. Desde Europa hasta América, el barroco sigue vivo en iglesias, plazas, museos y en la memoria colectiva, invitando a valorar la exuberancia y la emoción como parte esencial de nuestro patrimonio.
