Dos de las principales centrales sindicales de Portugal, la Confederación General de los Trabajadores Portugueses (CGTP) y la Unión General de Trabajadores (UGT) abrieron una convocatoria a nivel nacional que resultó este jueves en la primera huelga general en el país desde el 2013. La causa radica en la gestión de Luís Montenegro, primer ministro y presidente del Partido Social Demócrata. El paquete legislativo que presenta la población, denominado “Trabalho XXI”, se considera un “retroceso social” que amenaza a la clase trabajadora en varios niveles.
Días previos a la manifestación, la tensión creció cuando varios sectores primarios, incluyendo el transporte aéreo y terrestre, la educación y la sanidad, confirmaron su adhesión a los reclamos. Según informa France 24, la protesta “interrumpió en gran medida las conexiones aéreas y ferroviarias y la actividad de escuelas y hospitales”. La capital Lisboa y el municipio de Oporto se ven especialmente afectados.
Esta protesta representa el punto álgido del descontento que produjo cuando el Ejecutivo, liderado por la coalición de centroderecha Alianza Democrática, presentó la propuesta de reformas. La “flexibilización” que quiere aplicarse al Código de Trabajo propiciaría la modificación de más de 100 artículos. Esto implicaría drásticos cambios a las políticas. Entre las más controversiales, destacan la facilitación de despido por causa justificada (sin garantías procesales); la externalización de servicios tras despidos masivos y la admisión de jornadas de hasta 50 horas semanales.
Por su parte, Montenegro alega que las modificaciones buscan «estimular el crecimiento económico y el pago de mejores salarios». El premier expresó rechazo hacia la huelga, tildándola de “política” e insinuando que es innecesarias. También acusó al CGTP de cerrarse a un acuerdo pese a la iniciativa de su gobierno.
«Estos trabajadores de aquí son los que marcan la diferencia todos los días en nuestras vidas, son la realidad del país y son los que viven con salarios bajos, desregulación de la jornada laboral, trabajo precario y que hoy ejercen un derecho que el Gobierno también quiere debilitar” indicó Tiago Oliveira, líder del CGTP. Las protestas continuarán en ciudades como Braga, Évora, Faro y Coimbra.
