Guinea-Bissau, país ubicado al oeste de África, captó la atención del mundo este miércoles tras el anuncio de sus altos mandos militares, quienes afirman haber tomado el “control total” del país, tras derrocar al presidente Umaro Sissoco Embaló.
Tres días después de las elecciones presidenciales, se presentaron conflictos armados cerca del Palacio de la República en Bissau, ciudad capital. Estas contiendas fueron precedentes al golpe de Estado. Además de la interrupción del proceso democrático, el general Denis N’Canha, jefe de la oficina militar de la presidencia, anunció otras medidas restrictivas. De acuerdo a France 24, se ordenó el cierre de fronteras “terrestres, marítimas y aéreas” y se instauró un “toque de queda obligatorio”. Dinis N’Tchama, portavoz del alto mando militar, indicó que se suspenderán “hasta nuevas órdenes, todas las instituciones de la República de Guinea-Bissau”.
En declaraciones al medio francés Jeune Afrique, Sissoco Embaló afirmó estar detenido por los soldados, pero aclaró no haber sufrido violencia durante su arresto o posteriormente. Indicó, asimismo, estar acompañado de Mamadou Touré, segundo al mando en el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas y Botché Cande, ministro del Interior.
Esta situación crítica sucede tras unos controversiales comicios, en los que se enfrentaron Sissoco Embaló y Fernando Dias da Costa, candidato respaldado por Domingo Simões Pereira, ex premier y principal líder de la oposición. Ambos candidatos se adjudicaron la victoria, generando confusión en la prensa y los votantes guineanos.
