Dos atacantes abrieron fuego contra la multitud en Bondi Beach, uno de los balnearios más populares de Sídney; uno de los agresores fue abatido y el segundo, detenido por la Policía.
Un ataque a tiros perpetrado por dos asaltantes durante una celebración de la festividad judía de Janucá en Bondi Beach, Sídney, resultó en la muerte de al menos 16 personas y 29 heridos. La Policía de Nueva Gales del Sur declaró el incidente como un acto terrorista, confirmando que uno de los agresores fue abatido por las fuerzas de seguridad y el otro se encuentra detenido.
El ataque se produjo cerca del Pabellón de Bondi, en el extremo norte de una de las playas más populares y turísticas de Australia. Según el comisario de policía de Nueva Gales del Sur, Mal Lanyon, la declaración de incidente terrorista se formalizó a las 21:36 horas tras evaluar las circunstancias del suceso.
El servicio de ambulancias de Nueva Gales del Sur confirmó que atendió a múltiples personas en el lugar y trasladó a ocho heridos a diferentes hospitales de Sídney.
Testigos presenciales describieron escenas de pánico y un tiroteo que duró cerca de diez minutos, con el sonido de lo que parecía «un arma poderosa», según relató Camilo Díaz, un estudiante chileno. Imágenes difundidas en redes sociales mostraban a los dos tiradores vestidos de negro y víctimas siendo atendidas en el suelo mientras la multitud huía.

Condena global y vínculo con el antisemitismo
El primer ministro australiano, Anthony Albanese, emitió un comunicado lamentando las «escenas impactantes y angustiosas», extendiendo sus condolencias a los afectados.
Líderes mundiales condenaron el ataque, vinculándolo directamente al antisemitismo. El presidente de Israel, Isaac Herzog, calificó el hecho de «vil ataque terrorista contra los judíos que estaban encendiendo las primeras velas de Janucá». Herzog denunció la «enorme ola de antisemitismo que asola la sociedad australiana».
Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, responsabilizó al Gobierno australiano, aludiendo a una carta enviada a Albanese en agosto, en la que criticaba la política de Canberra sobre el reconocimiento del Estado palestino, señalando que «el antisemitismo es un cáncer que se propaga cuando los líderes no se pronuncian ni actúan».

El canciller alemán manifestó estar «sin palabras» ante el tiroteo, señalando que es un «ataque contra nuestros valores compartidos» y urgiendo a detener el antisemitismo a nivel mundial. El presidente francés, Emmanuel Macron, expresó sus condolencias y afirmó que Francia continuará luchando «sin descanso contra el odio antisemita». La presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, también condenó el ataque, enviando su apoyo a la comunidad judía.
Las autoridades mantienen la zona de Bondi Beach acordonada para continuar las investigaciones y han reiterado el llamamiento a la población para que se mantenga alejada del lugar.
