“Con una ley, podemos evitar que la Generación Alfa sea arrastrada al purgatorio por algoritmos depredadores descritos por el hombre que creó la función como ‘cocaína conductual’” Esto comentó la ministra de Comunicaciones australiana, Anika Wells, ante la histórica medida que entrará en vigor tras la aprobación del Parlamento: la exigencia de un mínimo de 16 años de edad para la apertura de un perfil en redes sociales.
De acuerdo a cifras compartidas por The New York Times, alrededor de 440,000 adolescentes australianos tienen una cuenta activa en Snapchat; 350,000 en Instagram y 200,000 en TikTok. La edad de dichos usuarios oscila entre los 13 y 15 años de edad. La norma impactará directamente en al menos diez plataformas, incluyendo Facebook, X y YouTube. Las empresas deberán aplicar “medidas razonables” para asegurar el cumplimiento de las nuevas restricciones.
De acuerdo a una encuesta de YouGov, la iniciativa cuenta con un 77% de aprobación. Muchos padres e incluso jóvenes la han acogido con satisfacción, alegando que fomentará las interacciones en persona. Por otro lado, de acuerdo a un estudio encargado por el gobierno, siete de cada diez niños entre 10 a 15 años que usan redes sociales se vieron expuestos a contenido inapropiado o violento, por lo que se espera que la ley los aleje de dichas publicaciones.
Ahora bien, algunos detractores de la norma argumentan que limitará la expresión personal de los adolescentes, y les impedirá conectar con el mundo. También señalan que la falta de acceso a redes sociales puede obstaculizar la búsqueda de apoyo en línea para jóvenes que pertenecen a grupos marginalizados.
De cualquier forma, las compañías tecnológicas están tomando precauciones ante la nueva realidad. Meta, por ejemplo, empezó a cerrar cuentas en Facebook, Instagram y Threads desde el 4 de diciembre.
